Aunque con los resultados sobre la mesa es mas fácil opinar, no quiero dejar de hacer mi reflexión sobre lo ocurrido en esta jornada. Y que nadie se ofenda si solo hago hincapié en las mujeres, pero fueron las verdaderas protagonistas, por los antagonismos que representaron y porque los números finales fueron un abismo. Hablamos de un enfrentamiento histórico. Estoy seguro que a nadie le agradó el resultado, pero la historia continua y tal vez mañana se pueda revertir esa situación. Hoy se vieron dos equipos, porque aunque haya figuras, hay que hablar de equipos. Y ellas fueron protagonistas por como plantearon sus esquemas, por como llevaron la responsabilidad y como cargaron esta eterna rivalidad. Los números son anecdóticos aunque la diferencia fue abismal. Quien ganó, demostró altura, coordinación y soberbia, sin olvidar algo de juego sucio, sobre todo festejando antes de tiempo, sin respetos ni códigos. Del otro lado no hubo ideas, si buenas intenciones y ganas, pero no alcanzó. Ya no es tiempo de lamentos, apelar a la esencia de esos equipos y sus tradiciones históricas fue vital. Quienes ganaron supieron hacerlo. Del otro lado, solo dudas y falta de decisión. Por eso, aunque nos duela, la selección femenina de Handball brasileña fue la justa ganadora, tendremos que aceptarlo aunque hayan dejado a las muchachas argentinas segundas, con la presea de plata. Pero arriba. Mañana, será otra jornada en los panamericanos.
lunes, 24 de octubre de 2011
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